Aula Virtual Perú
2004
En fecha 16 de Agosto se inicio el Perú el Aula Virtual 2004,
con el Curso Introducción al Aula Virtual. Auspiciaron el Evento:
Comisión Episcopal de Comunicación Social, Fundación
Latinoamericana de Educación a Distancia FLEAD, Consorcio de
Centros Educativos Católicos, Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, Universidad Ricardo Palma, Universidad Nacional
Agraria - La Molina, Universidad Nacional del Callao, Universidad
de Guadalajara, Asociación de Difusión de Educación
a Distancia Argentina
La Presidenta de ADED actuó como facilitadota docente presentando
el trabajo “Virtudes y desafíos de la educación
virtual: Virtualidades, y realidades en el contexto de una sociedad
en transformación” el cual fue debatido en el foro por
los docentes y alumnos de esa cátedra desde Perú. A
continuación acompañamos el trabajo cuyos aportes se
acompañarán a los socios por separado y quedará
en Biblioteca Virtual
“Empezaré como tantos otros trabajos, mencionando la
era de la información donde el conocimiento se ha convertido
en principal objetivo como llave del poder. Las TICs, decimos cotidianamente
que dominan nuestro mundo y tiene la particular fascinación
de haber hecho realidad aquella visión de pseudo ficción
científica tan recurrente en la literatura y el cine de 50
años atrás. Hoy se estudia, se opera, se maneja lo bélico,
se habla, se trabaja en el mundo globalizado a distancia. En una distancia
de perfiles tecnológicos que unas veces nos humanizan, nos
enriquecen y otras nos hacen un poco autistas. La mayor parte de las
experiencias cotidianas, permiten vivenciar a hora real y en contexto
global tanto espectáculos como conflictos bélicos, o
que nos acerca a la belleza tanto como a lo más débil
de la condición humana. El recurso tecnológico es el
instrumento que permite explorar, desafiar enfermedades, distancias
y geografías, acercar lo inalcanzable, mejorar las condiciones
telefónicas y comunicativas acercando mundos diferentes. Tal
el Amazonas que acaba de ser lanzado y que comunicará América
del Sur con Europa, recibiendo aquella zona de Brasil la posibilidad
de Internet y telefonía en donde la pizarra negra sigue cumpliendo
con orgullo su rol ancestral.
En este mundo de contrastes se escuchan muchas versiones sobre esta
puerta infinita que nos ha abierto las tecnologías.
Sin citar al paradigmático David Noble (1979) muchos encuentran
más mercantilización, imágenes de profesores
automatizados a la manera de un cajero automático, que el gran
facilitador y dinamizador de la mano de las TICS.
Los entornos virtuales tienen la capacidad de ser el gran potenciador
del nuevo rol de la función educativa y propiciar innovaciones
En contraposición, muchos tecnólogos con frecuencia
al hablar con los que somos docentes, se sorprenden que queramos dar
tanta preeminencia a la esencia misma de nuestro afán educativo,
como si le faltáramos el respeto o negáramos las bondades
incalculables del uso de las mismas TICs. Lo que pasa es que los queremos
de la mano. Como hermanas gemelas.
Muchos han mencionado (1995) Laurllard, Harasim, Adell la relevancia
del cambio docente como transmisores del conocimiento por años,
debiendo transformarse en facilitadotes del aprendizaje. Dinamizador,
facilitador, orientador en una nueva sociedad del conocimiento con
mucha información que se deberá aprender a clasificar.
Con muchas opciones tecnológicas, esperando que las aprendan
a utilizar apropiadamente al sitio, perfil de los protagonistas, necesidades
del conjunto insertado en una sociedad que sin duda tendrá
peculiaridades, necesidades, contrastes.
Quien seguramente dará un valor agregado a estas opciones será
la presencia de las comunidades de aprendizaje, las cuales a través
de un crecimiento vegetativo seguramente colaborarán a que
las transiciones sean posibles y positivas en lugares dispares.
Seguramente no podremos decir que hay una receta única ni un
modelo determinado a adoptar.
Puede haber modelos educativos en donde el eje se incline hacia la
tarea del profesor, del estudiante o de la tecnología.
El aula virtual permite interactuar de manera permanente y puede contar
con foro, mensajes, FAQS, Chat, cartelera y hasta eventos en vivo
sincrónicamente aprovechados. Nada más interesante que
esto: lograr en un día y horario fijado la interacción
entre distintos participantes.
La dimensión del aula virtual se aleja del tiempo presencial
en el marco de una construcción de “comunidad de aprendizaje”,
y podríamos agregar: de discusión, trabajo interdisciplinario
y tantas cosas más que se pudieran proponer (es”es el
vehículo a través de la cual el aprendizaje se desarrolla
online” – Pallof –Pralt 1999)
Lo cierto es que juegan muchos componentes en estas instancias alejadas
de la enseñanza tradicional, en donde el contexto social debe
ser asegurado por el tutor, en contactos especialmente alentadores
y con presencia constructivista para que el sentido de autonomía
prevalezca y el diálogo sea estimulado para que no se convierta
en soledad.
Pero pensando en estos conceptos, discutibles o no, creemos que no
hay tecnología en sentido estricto del concepto capaz de crear
el “diálogo” en su esencia más genuina.
Por eso: virtualidades y realidades juegan una danza especial de facetas
policromadas según se quieran ver.
La socialización y la motivación – desde mi modesta
mirada - no constituyen necesariamente el “virtuosismo”
de la tecnología. Los contrastes nos lo muestran. No hay resultados
absolutos o aislados en sí mismos.
¿Cómo analizaríamos el perfil del profesor online,
en una sociedad que guarda brechas desiguales de equidad y de acceso
a la misma, proyectando desde una caverna contemporánea, la
sombra del “autismo” o de un “pseudo analfabetismo”
tecnológico futuro? Y por otra parte... ¿es valor absoluto
para la sociedad el desarrollo único de sus destrezas y competencias
sirviéndose de las TICs?
Al analizar el binomio tecnología-pedagogía saltan otras
coordenadas a mi criterio, antes de fijar una posición en el
espacio educativo. Y sería imposible nombrarlas a todas. Me
remitiré sencilla y brevemente sólo a algunas de ellas.
Los valores, los “disvalores”, las tendencias a conferir
a la tecnología virtudes humanas que no le son propios o que
quitamos a la acción de Quiénes la movilizan
¡Así como si consideráramos el aula virtual válida
en sí misma sin el aporte de participantes!
Tal como para evaluar es relevante determinar primero los indicadores,
podríamos preguntarnos como lo menciona mi buena amiga la Dra.
Beatriz Fahilhonc en el libro escrito con colaboradores (Humanitas):
“Formación del Profesorado”:
¨ “¿Qué clase de tecnología es necesario
concebir que incluya la revisión de las relaciones sociedad/
organizaciones/entornos tecnológicos’”
Este es un planteamiento muy sólido para analizar como punto
de partida, sin olvidar que la igualdad de oportunidades, la equidad
educativa y el disfrute virtual se muestra como un propósito
difícil de consolidar en los países emergentes.
Y si de prioridades a alcanzar se trata, reflexionemos: ¿la
mirada del educador...no debería ser también retrospectiva?
Y como formadores: analizar qué cambios nos está exigiendo
esta sociedad del mundo del conocimiento que tanto nombramos, en donde
valores y calidad en ocasiones son mera retórica?
Si como el poeta dijo: “se hace camino al andar”, un alto
en el camino puede revitalizar este sendero de cambios y contradicciones.
Para que pensemos, para que las comunidades de aprendizaje, que es
algo que encuentra su entidad por encima del e-Learning, puedan hacer
un uso de las TIC en educación, incrementando posibilidades
de interacción, cooperación, intercambio, trabajo colaborativo,
buscando hacer las ofertas educativas no sólo flexibles, sino
personalizadas cada vez más en la atención de los principales
protagonistas: los estudiantes
Poniendo la tecnología como instrumento y no como fin, como
actividad substancialmente humana, veremos que hay un rol cultural
en esos medios y que nuestra participación puede ser vital
para operar mejores cambios, mayores resultados, menores errores.
Virtualidad, realidades, virtuosismos se pueden o no conjugar como
siempre al mejor o peor manejo de la persona como protagonista de
sus hechos, al mayor o menor postor si no centra la cuestión
en el elemento humano. Ya que visto desde un cierto sentido, uno de
los problemas que presenta la tecnología en el proceso educativo
es el aislamiento de la realidad. Integrarla, corporizarla mutará
lo virtual hacia su mejor expresión. Hacerla apropiada al entorno
de sus beneficiarios: lo coherente y necesario.
De allí la importancia de la interacción pedagógica-didáctica
y el proceso de mediación insertado en la interactividad del
uso de las TICs, percibiendo aquél tejido sensible y relevante
“no aparente ante los ojos” como son los valores, nuestro
propio compromiso y la satisfacción del discente.
Del modo que conjuguemos ahora las variantes, que pongamos la mirada
en la calidad ética-educativa, será el impacto, el cual,
sin ninguna duda, será juzgado por las próximas generaciones.
El camino es largo y recién comenzamos a transitarlo. Pensemos
en:
¨ los contenidos como núcleo de valor
¨ la participación tutorial docente como eje de sustentación
diferenciador
¨ el estudiante como sujeto de derecho y principal objetivo del
fenómeno educativo
¨ la tecnología como puente de tránsito y cambio
¨ la sociedad como receptor de nuestro mayor triunfo, esfuerzo
o fracaso.
Como tomados de la mano...todos estamos comprometidos en un juego
que recién comienza y en el que para muchos...”lo importante
es participar como buenos deportistas”.
...¡Para otros el desafío es dejar semillas imperceptibles
que otros puedan germinar mejor que nosotros! A partir de aprender...
¡y seguir aprendiendo unos de otros! “
María Isabel Cabezudo Sánchez de Rebaudi
Mar del Plata agosto 2004
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